Las familias, pacientes y a pesar de la hora que es para ellos (las 22.30 h.) esperan en el aeropuerto a los españoles con muchas ganas. Esta vez les damos un punto por la paciencia. 1-1.
Cansados del viaje comenzamos un nuevo día. Clases con los polacos, risas en los mini recreos de 10 minutos y mil cosas que nos llaman la atención por ser tan diferentes. Duro entrenamiento español. Hay que ganar los partidos para dejar atónitos a los polacos. De comer...por supuesto que sopa, primer plato diario en cualquier mesa polaca. En esto los alumnos tengo claro que dan el punto a la comida española. 1-2. Sin embargo, como hay hambre...se lo comen todo.
Después hacemos una visita al centro de la ciudad. El hermano Janusz nos acompaña en la ruta y nos va contando detalles de los puntos de más interés. Visitamos también una fábrica-tienda de caramelos en la que los alumnos (y los profesores ;-) ) observan con la boca abierta cómo hacen dibujos en los caramelos manualmente mientras les envuelve por completo el olor dulce del azúcar. Además, cenamos todos juntos en un restaurante de comida típica polaca. Venga, 2-2.
Es viernes y llega el fin de semana. Las familias han preparado diferentes actividades para que nuestros alumnos no se pierdan nada y lo pasen bien. No tienen tiempo para el aburrimiento y hacen mil cosas diferentes. Les damos gracias a las familias por haberse preocupado tanto. 3-2.
Hoy lunes, en este mismo instante, estamos jugando el primer partido contra el equipo del colegio de Gdànsk. Vamos a ser optimistas...¿3-3?.
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